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Las patentes de las vacunas se mantendrán en manos de un grupo de farmacéuticas

La Organización Mundial de Comercio rechazó la propuesta de suspender las patentes de las vacunas contra el coronavirus mientras dure la pandemia. Los derechos de exclusividad de desarrollo y producción seguirán en manos de un grupo de farmacéuticas.

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La Unión Europea y Estados Unidos también rechazaron la solicitud y defendieron las patentes con el argumento de que la propiedad intelectual asegura la comercialización eficiente y la fabricación rápida del producto.
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Ginebra, 1 de marzo.- Los Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no consiguieron llegar a un acuerdo para suspender por un tiempo limitado las patentes que protegen las vacunas y otras tecnologías relacionadas con la pandemia de Covid-19. Así, los laboratorios Pfizer/Biontech, AstraZeneca/Oxford, Jonhson & Jonhson, Moderna, Sinopharm, Cansino Biologics, Curevac, Sinovac y el Instituto Gamaleya mantendrán la exclusividad del desarrollo y fabricación de las vacunas pese a que sus tiempos de manufactura no permiten producir las cantidad de dosis necesarias que demanda el planeta.

Los gobiernos de India y Sudáfrica presentaron el 2 de octubre la propuesta de suspensión de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio destinado a la “prevención, contención o tratamiento” del nuevo coronavirus. La iniciativa había recibido el apoyo de 100 países y diferentes organizaciones sociales, ya que esto permitiría incrementar la capacidad de producción de vacunas.

Sin embargo, el Reino Unido, Japón, Canadá y Suiza, entre otros, se opusieron a la liberación de las patentes con el argumento de que no hay indicios de que los derechos de propiedad intelectual sean un obstáculo para el acceso a medicamentos y tecnologías relacionadas con la Covid-19.

La Unión Europea y Estados Unidos también rechazaron la solicitud y defendieron las patentes con el argumento de que la propiedad intelectual asegura la comercialización eficiente y la fabricación rápida del producto, debido a que proporciona incentivos legales y comerciales fundamentales para impulsar a las empresas privadas a hacer inversiones y asumir riesgos.

“En un contexto de evidente tensión entre la fabricación de vacunas y la alta demanda que hay de estas, además de la absoluta falta de transparencia en los contratos que las compañías farmacéuticas están firmando con los diferentes Gobiernos, suspender las patentes relacionadas con la Covid-19 daría entrada a más productores y, en ese sentido, se aceleraría la producción y bajarían los precios”, dijo la responsable de Relaciones Externas de Médicos Sin Fronteras, Raquel González.

Solo los países en desarrollo han apoyado de forma masiva la iniciativa indo-sudafricana, que en las primeras discusiones realizadas en diciembre y enero fueron criticadas por los países vinculados con la gran industria farmacéutica.

La decisión en la OMC ha sido que el asunto siga bajo análisis en su comité dedicado a asuntos de propiedad intelectual y comercio, pero no se ha fijado un plazo para tomar una decisión definitiva. Ello a pesar de que en sus intervenciones todos los países estuvieron de acuerdo en que es necesario garantizar un acceso amplio a las vacunas contra la Covid-19.

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