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Una guía para viajar en tiempos de fiestas y ómicron

Incluso cuando la variante avanza, el pico estacional en los viajes parece imparable. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar para viajar de forma más responsable y amortiguar los riesgos de salud para ti y los demás.

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EFE

Taylor Allen quería ser una viajera responsable, pero le estaba resultando difícil.

A finales de la semana pasada, al menos siete personas que Allen conocía en Brooklyn publicaron en Instagram que habían dado positivo al coronavirus. Ella no había visto a ninguna de ellas en persona. Pero luego de que el viernes le dio un intenso dolor de cabeza y moqueo nasal, canceló el vuelo que tenía para el sábado por la mañana con destino a Jacksonville, Florida, donde planeaba encontrarse con sus padres y abuelos.

Dos pruebas caseras —una realizada el viernes y otra el sábado— dieron negativo. Pero Allen, de 22 años, quien está vacunada pero aún sin dosis de refuerzo, deseaba contar con una garantía más oficial antes de reagendar su vuelo. La noche del domingo, luego de su cita programada en una clínica de urgencias en Crown Heights, un empleado le dijo que ella y otros 30 y tantas personas que esperaba resultados en el frío tendrían que volver a las 8 a. m.

“La verdad no quiero poner a nadie en peligro”, dijo Allen, quien salió de la clínica con planes de volver al día siguiente.

Incluso cuando el número de casos de coronavirus se dispara a velocidades siderales en algunas partes de Estados Unidos, en particular impulsado por la variante ómicron, parece que la carrera para viajar por fiestas es imparable. El viernes 17 de diciembre, el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles reportó el día de mayor tráfico desde principios de 2020. Y el domingo se registró que 2,1 millones de personas pasaron por aeropuertos en Estados Unidos, casi el doble de la cantidad registrada en esta época del año pasado.

Para quienes están decididos a continuar con sus planes de viaje, nunca ha sido más confuso encontrar el modo de hacerlo de forma responsable. Parte del problema es que ha sido difícil hacerse pruebas de manera oportuna, en particular en ciudades muy azotadas como Nueva York. Otro desafío clave es que muchas personas planean hospedarse en una casa con amigos y familiares completamente vacunados. Ahora se han enterado de que la vacunación no garantiza ni por asomo que no van a contagiarse unos a otros. ¿Qué les queda a los viajeros?

  1. Ponte un refuerzo

Solo uno de cada seis estadounidenses ha recibido una dosis de refuerzo, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Las personas totalmente vacunadas que no han recibido refuerzo tienen al menos el doble de probabilidades de dar positivo que quienes han recibido un refuerzo.

Si planeas viajar en las próximas semanas o meses y ya tienes el esquema completo de vacunación, una de las mejores formas de ser un viajero responsable es ponerte el refuerzo, dijo Jeffrey Kahn, director del Instituto Berman de Bioética de Johns Hopkins.

En cuanto al mejor momento, los datos muestran que la respuesta inmunitaria óptima sucede unas dos semanas después de ponerse el refuerzo, según Wafaa El-Sadr, profesora de medicina y epidemiología en la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia. Sin embargo, al cabo de unos cuantos días muchas personas estarán protegidas, indicaron otros expertos, por lo tanto ponerte una tercera dosis hoy podría beneficiarte de todas formas si vas a viajar por las fiestas.

  1. Contempla el peor de los escenarios

Al decidir qué es lo más responsable en términos de viajes por las fiestas, Kely Hills, cofundadora de Rogue Bioethics, firma consultora en Boston, aconseja pensar en el “daño moral” y preguntarse si estás preparado para las consecuencias en caso de contagiar a una persona vulnerable.

Eso no necesariamente tiene que traducirse en cancelar los planes, pero podría animarte a usar una N95 en lugar de una mascarilla casera en un avión o a decidir hacerte una prueba a pesar de que es una molestia. Si te encuentras en interiores y sin mascarilla junto a muchas personas en los días cercanos al viaje, también podrías considerar pagar un extra y alojarte en otra casa o en un cuarto de motel en lugar de quedarte con tus familiares y amigos.

“El lema de hoy debería ser: no quiero ser un propagador”, dijo Leonard J. Marcus, uno de los directores de la Iniciativa Nacional de Liderazgo en Preparación de la Universidad de Harvard y director de una iniciativa enfocada en la salud pública durante los vuelos.

Marcus dijo que aunque no conoce ningún dato que sugiera que los niños son propensos a contagiarse en los aviones, recomienda que, de ser posible, los padres no vuelen con niños sin vacunar hasta no saber más sobre ómicron.

“Si se tratara de mis nietos, yo lo postergaría”, dijo. En general, si alguien lleva una mascarilla de forma apropiada en un avión, el riesgo de contagiarse debería ser bajo debido a que el sistema de ventilación es muy bueno, dijo.

Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, le dijo a CNBC que se sentía seguro de saber que sus hijos adultos tomarían un avión para visitarlo por fiestas. También observó que todos están vacunados.

  1. Hazte una prueba tan cerca de la fecha de la reunión como sea posible

El tamizaje en muchos lugares es por ahora un desafío.

“En una escala del uno al diez de dificultad, es un diez”, dijo Mary Mathurin, de 51 años, afuera de un centro de pruebas en Brooklyn el domingo por la noche. Mientras esperaba que la llamaran, su teléfono celular emitía la música de espera en una llamada con otro lugar que aún no le hacía llegar sus resultados de una prueba PCR realizada varios días antes. Luego de unos 70 minutos, se colgó la llamada. Unos minutos más tarde, un asistente en el centro de Brooklyn le informó que no podían atenderla. Mathurin debía tomar un vuelo a St. Lucia la mañana siguiente y no sabía qué iba a hacer.

Muchas farmacias y vendedores en línea se han quedado sin pruebas caseras. La Casa Blanca planea poner a disposición de la población 500 millones de pruebas caseras gratuitas, pero eso será recién hasta enero. Para quienes sí logren conseguir un kit, varios expertos aconsejaron utilizarlo tan cerca de la fecha de salida como sea posible.

“Entre más cerca estés del evento, será mejor y más precisa”, dijo Lin H. Chen, profesora en la Escuela de Medicina de Harvard y directora del Centro de Medicina de Viaje del Hospital Mount Auburn en Cambridge, Massachusetts.

Chen sugiere tomarse una prueba casera de antígenos el día de la reunión. (Si una persona da positivo en cualquier momento, se recomienda que no acuda al evento y se haga una prueba PCR para confirmar el resultado). Si un grupo de personas va a alojarse en una sola casa durante un periodo prolongado es recomendable hacerse pruebas periódicas durante su estancia, dijo Chen. Esto es particularmente importante si alguien no está vacunado o no cuenta con refuerzo o si ha estado expuesto a alguien que ha dado positivo, dijeron otros expertos.

Sí, todos están confundidos

Hills, la bioeticista, dijo que es comprensible que muchas personas estén confundidas por tener que tomar tantas decisiones que deberían ser de salud pública.

“Deberíamos recibir más orientación”, dijo, y advirtió que muchas agencias estatales y federales ofrecen distintos consejos.

En el sitio de pruebas en Brooklyn, varios viajeros se hicieron eco de este punto y lamentaron que las autoridades de salud pública no estuvieran facilitando lo que consideraban un viaje responsable: hacerse la prueba antes de visitar a la familia.

Para agravar estas frustraciones, dijeron algunos viajeros, queda la sensación de que la carga recae sobre ellos para descubrir qué es lo socialmente responsable y epidemiológicamente seguro y luego convencer a sus familiares y amigos de las políticas que han creado. Una mujer, que se negó a usar su nombre porque no quería que su familia la identificara, dijo que ya no se siente cómoda de tomar un vuelo con sus hijos de dos y tres años después de enterarse durante el Día de Acción de Gracias que algunos miembros de su propia familia habían decidido volar incluso si daban positivo.

En lugar de pelearse con ellos sobre lo que es apropiado o preocuparse de que alguien sentado junto a ella haya tomado el mismo enfoque que su familia —y pueda contagiarla a ella o a sus hijos y por ende ellos terminen infectando a su padre— decidió quedarse en casa esta Navidad.


Heather Murphy es reportera de la sección de Travel. Agradece cualquier consejo, pregunta y queja sobre viajar durante la pandemia. @heathertal

c.2021 The New York Times Company

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