Desde que ingresan a las escuelas de medicina, los futuros doctores adquieren o refuerzan prejuicios en relación al aborto y su formación universitaria no les proporciona los elementos para reconocerlo como un problema social y de salud pública. En casi todas las facultades les explican que el aborto solo está permitido en Perú cuando está en riesgo la vida de la madre y por causales clínicas específicas, pero que pueden oponerse a practicarlo si se apegan al derecho de objeción de conciencia. Sin embargo, ninguna les enseña a realizar el procedimiento, ya sea con medicamentos o cirugía. Los estudiantes de medicina tampoco aprenden en las aulas que el aborto inseguro, realizado en forma clandestina, es un factor asociado a la mortalidad materna en el país.
Lo que sabe la doctora Patricia Gonzáles sobre el aborto no lo aprendió en su facultad, sino en colectivos feministas y cuando empezó a capacitarse por un interés personal en 2018 en cursos de Medical Students for Choice (MSFC), una organización global, con sede central en Estados Unidos, que ofrece formación en el manejo del aborto con un enfoque de autonomía reproductiva y dentro de los límites de la ciencia. “Mi primera Aspiración Manual Endouterina la hice con una papaya en los llamados talleres papaya, que son espacios en los que ensayas la intervención de la interrupción del embarazo con esta fruta. Su tamaño la hace ideal para replicar el útero humano y extrayendo las semillas se puede recrear lo que se hace con un feto en uno de estos procedimientos quirúrgicos”, cuenta Patricia, quien se graduó como médica cirujana en 2022.
Su experiencia con los médicos y estudiantes que integran Medical Students for Choice (MSFC) definieron sus siguientes pasos profesionales. En 2019, junto a la también estudiante de medicina Dalia Pawer, Patricia fundó el capítulo peruano de esta organización. Así, MSFC - Perú empezó a realizar sus primeras convocatorias a más estudiantes de medicina interesados en capacitarse sobre el manejo del aborto.
“Lo que los futuros médicos aprenden sobre el aborto tiene importantes repercusiones en la atención hospitalaria que darán a las mujeres que sufren complicaciones. En los servicios públicos de salud, la atención al aborto habitualmente se limita al tratamiento médico-quirúrgico de urgencia”, explica Patricia, quien ahora integra la mesa directiva de MSFC global.
Solo con nuevas generaciones de médicos, formados con otra mentalidad y currículas universitarias integrales, será posible ver avances en los próximos años. Conversamos sobre el tema con Patricia Gonzáles en esta entrevista.
¿Cuándo empieza a preocuparse por la situación del aborto en Perú?
Vengo de una mamá feminista y crecí en un entorno feminista. Aprendí que toda persona tiene derecho a decidir sobre su cuerpo. Cuando ingresé a la escuela de medicina, siempre había una persona que me buscaba así yo estuviera en mi primer ciclo y me decía: “tú estudias medicina, entonces debes saber donde yo puedo abortar”. Yo no tenía la menor idea, no había profundizado en el tema. En 2017, me tocó ver más de cerca varios casos, ya estaba en tercer año de medicina, y no sabía nada sobre aborto. Esto se ve en el penúltimo año de la carrera, casi para salir de la escuela de medicina, pero en atenciones de emergencias por hemorragias. Entonces me empecé a cuestionar sobre lo que no sabía, sobre lo que no me iban a enseñar en la universidad. Recurrí a las compañeras feministas que me enseñaron sobre misoprostol y sobre Aspiración Manual Endouterina (AMEU). Pero desde mi perspectiva no era suficiente porque yo iba a ser médica, entonces busqué informarme a través de organizaciones.
Básicamente ¿Qué le enseñan a los estudiantes de medicina en el Perú sobre aborto?
En el Perú, la educación médica del pregrado se da en seis años en la universidad y un año en un hospital. El tema del aborto se ve específicamente en la currícula de ginecología y obstetricia porque el aborto es una causa de hemorragia. Lo que aprendemos es cómo atender los casos de las emergencias, pero no las solicitudes de abortos porque el aborto en nuestro país es ilegal. Se nos entrena en el manejo teórico. Muy pocas escuelas de medicina enseñan el manejo práctico en el sexto año. La parte práctica se ve en el internado, pero como causa de hemorragia.
La OMS señala que no se debe negar el acceso al servicio de salud a ninguna persona por un aborto, sea éste inducido o no, esté completo o incompleto. En el Perú, la ley dice que el personal de salud debe reportar los abortos a las autoridades. Eso genera un conflicto.
¿Cómo llegó a Medical Students for Choice?
Encontré una convocatoria de MSFC o Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir, que es como se traduce al castellano, en 2018 a través de internet. Ellos iban a hacer un congreso sobre planificación familiar en Filadelfia, Estados Unidos. Gracias al apoyo de mi padre pude viajar y capacitarme. MSFC es un espacio abierto a cualquier estudiante de medicina en el mundo interesado en capacitarse en todos los temas de aborto seguro.
¿Qué fue lo más importante que vivió durante ese viaje?
Lo que me hizo pertenecer a Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir fue conocer la historia de la doctora Marji Gold, una médica familiar que trabajó en un hospital del Bronx, en Nueva York, en la década del setenta. En esa época, ella enfrentó un escenario que seguimos viendo todos los días en el Perú del siglo XXI. A su área de emergencias llegaban mujeres con hemorragias, con miedo a contarle a los médicos qué había pasado y si iban a salir vivas de los servicios de salud. La doctora Marji contó que atendía a mujeres negras, a mujeres latinas empobrecidas que llegaban a emergencias por un aborto incompleto. Nos explicó que el aborto se manejaba como un tema de salud pública. Me identifiqué mucho con su experiencia y cuando regresé a mi país traté de contactar a otros estudiantes de medicina y así fue como me encontré con Dalia Power en una actividad de la ONG Flora Tristán. Pero si bien hay muchísimos estudiantes de medicina que se pueden identificar con la autonomía reproductiva, también hay mucho temor.
Eso hizo que impulsara el capítulo de Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir en el Perú.
Sí. Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir me dio la oportunidad de aprender que existen otras realidades, otro tipo de médicos gineco-obstetras que sí entienden el enfoque de autonomía reproductiva y que trabajan en esa línea. Médicos y médicas que respetan a las usuarias, porque no vamos a negar que existe violencia obstétrica con las personas que abortan. La violencia obstétrica es el maltrato físico o psicológico que atraviesan las usuarias en servicios de salud. Lo he visto muchas veces donde hice mi internado.
¿Cuántas facultades de medicina en Perú incluyen el manejo de abortos en su currícula más allá de las atenciones de emergencias?
Solo la Escuela de Medicina de San Fernando, de la Universidad Mayor de San Marcos. Esto se debe a que el doctor Enrique Guevara, uno de los médicos ginecólogos formado con un enfoque de género y que conoce del manejo de abortos terapéuticos, ha sido jefe de la cátedra de ginecología en esa facultad. El doctor Guevara ha sido maestro de muchísimos residentes de ginecología y tiene una perspectiva en autonomía reproductiva totalmente diferente a la mayoría de médicos. Es un paso que esperamos que otras escuelas de medicina adopten, aunque sabemos que son cambios que van a ser difíciles de lograr en el país.
Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir en el Perú es una organización básicamente apoyada por estudiantes. Las universidades se han mantenido al margen.
Sí, es un colectivo que no pertenece a ninguna universidad. Además, aún hay mucho temor entre los estudiantes de integrarlo porque creen que les van a decir aborteros o los van a botar de su universidad. (...) Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir - Perú es un espacio abierto para que estudiantes de medicina del país puedan aprender sobre aborto seguro. Sabemos que las personas con enfoque de género y con perspectiva reproductiva basada en derechos no somos mayoría en un país conservador, pero estamos sentando las bases para crear la siguiente generación de médicos.
Estudiantes con otra mentalidad y con un plan de estudios que incorpore la información del manejo del aborto.
Creo que lo vamos a ver en un plazo de diez años. Las organizaciones necesitan tiempo para madurar sus ideas, convocar e ir aprendiendo en base al error. Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir tiene dos años y medio, no tiene mucho tiempo todavía circulando y no hace seguimiento a sus egresados. Por ejemplo, ha tenido dos promociones, pero acaba el contacto en el momento en que se gradúan del internado.
En Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir global sí trabajan con médicos. Por ejemplo, en Estados Unidos, su entrenamiento no acaba después de la residencia, sino que se les sigue convocando. De los que están en Medical Students for Choice, el 45% sí o sí se convierten en proveedores de abortos, que es una subespecialidad de la ginecología y obstetricia y el 75% se convierte en médicos familiares que proveen servicios de aborto desde el aspecto obstétrico. Los demás están en emergencias y en psiquiatría porque ginecología, obstetricia o medicina familiar no son las únicas áreas en las que se pueden ejercer como proveedor de aborto en Estados Unidos.
Hay mucho conocimiento que no está disponible en el Perú...
En Estudiantes de Medicina por el Derecho a Decidir Perú hicimos una investigación para identificar si es que efectivamente los estudiantes en los 20 minutos que les hablan sobre aborto en las escuelas de medicina lograban comprender el tema. Lamentablemente, identificamos que la mayoría desconoce sobre aborto y más si es que hablamos de otras formas de abortar, como el aborto con pastillas que se puede usar dentro del ámbito hospitalario en abortos terapéuticos en el Perú. Entonces, ese vacío informativo es el que tratamos de cubrir.
*Con la colaboración de Claudia Patrón durante su pasantía como becaria del Instituto de Prensa y Sociedad.