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La OMS afirma que el aspartamo es ‘posiblemente carcinógeno’, ¿qué significa eso?

Tras esta declaración, no se pedirá a los fabricantes que retiren los productos que contengan aspartamo ni tampoco se exhortará a las personas a dejar de consumirlo. Según Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS, esta categorización busca que lo consumamos con moderación. Pero ¿qué cantidad es segura?

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Imagén: Tony Cenicola/The New York Times

El jueves, dos agencias de la Organización Mundial de la Salud dieron a conocer sus hallazgos sobre el aspartamo, el endulzante artificial que se encuentra en miles de productos sin azúcar como los refrescos de dieta, los chicles, los yogures y las bebidas energéticas.

El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC, por su sigla) de la OMS clasificó el aspartamo como una sustancia que podría ser cancerígena para el ser humano. Otro grupo, el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios, declaró que no había pruebas convincentes de la relación entre el aspartamo y el cáncer en humanos y que la gente podía consumir este edulcorante en cantidades moderadas.

El anuncio no quiere decir que sea un hecho que el aspartamo cause cáncer, dijeron los expertos de la OMS en una conferencia de prensa; más bien es un llamado para que se realicen más investigaciones sobre sus efectos en la salud.

La OMS no les está aconsejando las empresas que retiren los productos que contengan aspartamo ni tampoco está exhortando a la gente a dejar de consumirlo, comentó Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de ese organismo. “Solo estamos pidiendo un poco de moderación”, manifestó.

¿Qué tanto aspartamo es demasiado?

Según la OMS, es seguro consumir hasta 40 miligramos de aspartamo por kilogramo de peso corporal al día. Si usamos un refresco de dieta como medida, el límite significa que, según algunos cálculos, una persona que pesa 68 kilos tendría que beber más de una docena de latas al día para sobrepasar esa cantidad.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) es un poco más permisiva con su límite diario de inocuidad. Establece que las personas pueden tomar hasta 50 miligramos de aspartamo por kilogramo de peso corporal al día.

Un funcionario de la FDA dijo que a los científicos de la agencia no les preocupaba la seguridad del aspartamo cuando el endulzante se usara “conforme a las condiciones aprobadas”.

“Que el CIIC haya clasificado el aspartamo como un ‘posible carcinógeno para humanos’ no significa que el aspartamo en realidad esté correlacionado con el cáncer”, aclaró el funcionario.

Dadas las enormes cantidades de edulcorante que se están analizando, varios expertos afirmaron que los consumidores no necesariamente deberían preocuparse por el riesgo de cáncer que conlleva su consumo de aspartamo. Alcanzar ese nivel máximo diario de ingesta de aspartamo “no es un consumo ocasional”, afirmó Dale Shepard, oncólogo de la Clínica Cleveland. “Esto es hacer un proyecto para intentar encontrar aspartamo”.

¿Qué más considera el CIIC un posible carcinógeno?

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer etiquetó el aspartamo como “posiblemente cancerígeno para los seres humanos”, una categoría que incluye más de 300 virus, sustancias químicas, exposiciones ocupacionales y más. Ciertas verduras en escabeche, los gases de escape de los motores, algunos tipos del virus del papiloma humano y el trabajo en tintorerías entran en la misma categoría de la CIIC.

La nueva clasificación del aspartamo se basa en evidencia limitada que relaciona el endulzante artificial con el cáncer de hígado en humanos. No hay pruebas suficientes de que pueda causar otros tipos de cáncer y los expertos desconocen exactamente cómo el edulcorante contribuye a desarrollar cáncer. El grupo también encontró pruebas limitadas de que el aspartamo estuviera asociado al cáncer en animales.

En cambio, las bebidas alcohólicas caen en la clasificación más extrema de “carcinógeno para los humanos”. El CIIC también clasifica de esta manera la contaminación atmosférica, el tabaco y las carnes procesadas.

“El mayor reto es que con el aspartamo, al igual que con otros aditivos, no hay suficientes estudios científicos para afirmar con rotundidad: ‘Sí, provoca cáncer’ o ‘No, no lo provoca’”, explicó Dariush Mozaffarian, cardiólogo y profesor de nutrición en la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición de la Universidad Tufts.

En lo que respecta a disminuir el riesgo de cáncer, la gente primero debería pensar en otros factores que pueden hacerlos más susceptibles, como la obesidad, así como la obesidad y el consumo de alcohol y cigarrillos, señaló Neil M. Iyengar, oncólogo y médico científico del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York.

¿Qué sabemos de los demás endulzantes?

En el mercado existe una gran variedad de edulcorantes artificiales con distintas estructuras químicas. Se carece de datos sobre sus efectos a largo plazo en la salud.

Según Joanne Slavin, catedrática de Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la Universidad de Minnesota-Twin Cities, no hay un claro “ganador” que sea el mejor para la salud.

En primavera, la OMS afirmó que edulcorantes artificiales como el aspartamo, la estevia, la sucralosa y la sacarina quizá no ayuden a perder grasa corporal y que su consumo podría asociarse a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y mortalidad general. El eritritol, un sustituto del azúcar sin calorías, recientemente ha sido objeto de escrutinio por su posible relación con problemas cardiovasculares, aunque las pruebas no son concluyentes.

Algunos expertos de salud recomiendan retirar de la dieta todos los endulzantes artificiales, por difícil que pueda resultar. “Si no aportan nada bueno, no son necesarios en la dieta y no tienen ninguna ventaja real, ¿para qué consumirlos?”, comentó Marion Nestle, profesora de Nutrición, Estudios alimentarios y Salud pública de la Universidad de Nueva York.

Pero el azúcar tampoco está exento de problemas. Cualquier cosa que eleve constantemente el nivel de azúcar en sangre puede ser un problema, sobre todo si se padece diabetes u otro trastorno metabólico. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han relacionado el consumo frecuente de bebidas azucaradas, como los refrescos normales, con la diabetes de tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades renales, la obesidad y otros problemas de salud.

“Siempre hay un riesgo”, comentó Slavin. “Al final, si puedes tolerar las calorías, tal vez sea mejor un poco de azúcar en tu limonada que un endulzante alternativo. Es tu decisión, según tu estado de salud y lo que quieras hacer”.

c.2023 The New York Times Company

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