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La emergencia por dengue en Brasil da señales de una crisis sanitaria en todo América

La OMS advierte que el dengue pronto se convertirá en un problema urgente de salud global, con un número récord de casos y brotes en lugares que nunca habían reportado esta enfermedad. En Brasil, se prevén más de 4,2 millones de casos para este año, por encima del total registrados en los 42 países de la región en 2023.

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El dengue grave tiene una tasa de letalidad del dos al cinco por ciento en personas cuyos síntomas se tratan con transfusiones de sangre y fluidos intravenosos. Sin embargo, cuando no se tratan, la tasa de mortalidad es del 15 por ciento.
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Hay un enorme brote de dengue (la enfermedad transmitida por mosquitos que puede llegar a ser letal) en Brasil, y los expertos en salud pública afirman que es un presagio de un próximo repunte de casos en toda América, incluido Puerto Rico.

El Ministerio de Salud de Brasil advierte que se prevén más de 4,2 millones de casos para este año, por encima de los 4,1 millones de casos que registró la Organización Panamericana de Salud en los 42 países de la región el año pasado.

Ya existían previsiones de que este iba a ser un mal año para Brasil en cuanto al dengue —las cifras de casos de este virus suelen subir y bajar cada cuatro años más o menos— pero los expertos afirman que varios factores, como El Niño y el cambio climático, han amplificado sobremanera el problema de este año.

“Las temperaturas máximas históricas en el país y las precipitaciones extraordinarias desde el año pasado, incluso antes del verano, aumentaron el número de criaderos de mosquitos en Brasil, incluso en las regiones que antes tenían pocos casos de la enfermedad”, comentó la ministra de Salud brasileña Nísia Trindade.

El número de casos de dengue ya se había disparado en Argentina, Uruguay y Paraguay en los últimos meses, durante el verano del hemisferio sur, y el virus se moverá hacia arriba por otros continentes con el paso de las estaciones.

“Cuando vemos olas en un país, por lo general, veremos olas en otros países; a ese grado estamos interconectados”, indicó Albert Ko, experto en dengue en Brasil y profesor de salud pública en la Universidad de Yale.

La Organización Mundial de la Salud ya advirtió que el dengue pronto se convertirá en un problema urgente de salud mundial, con un número récord de casos en el último año y brotes en lugares, como Francia, que históricamente nunca han reportado esa enfermedad.

En Estados Unidos, Gabriela Paz-Bailey, directora de la división de dengue del departamento de enfermedades transmitidas por vectores en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, comentó que esperaba ver altos índices de infecciones de dengue en Puerto Rico este año y que también habría más casos en el territorio continental de Estados Unidos, sobre todo en Florida, al igual que Texas, Arizona y el sur de California.

El dengue se transmite a través del Aedes aegypti, una especie de mosquito que se está estableciendo en nuevas regiones, incluidas las partes más cálidas y húmedas de Estados Unidos, donde nunca se había visto sino hasta los últimos años.

Aún se espera que haya relativamente pocos casos en Estados Unidos este año —cientos, no millones— dada la prevalencia del aire acondicionado y los mosquiteros. Pero Paz-Bailey alertó: “Cuando vemos las tendencias en los números de casos en el continente americano, son aterradoras. Han aumentado constantemente”.

El año pasado, Florida reportó su mayor número de casos de contagio local, 168, y California reportó sus primeros casos de este tipo.

Tres cuartas partes de las personas que se infectan de dengue no tienen síntoma alguno, y entre quienes sí los padecen, la mayoría parece tener una gripa leve. Pero algunas infecciones de dengue son graves, pues producen dolores de cabeza, vómito, fiebre alta y dolor intenso en las articulaciones que le ganó a la enfermedad el apodo de la “fiebre rompehuesos”. Un caso grave de dengue puede debilitar a una persona durante semanas.

Además, alrededor del cinco por ciento de las personas que se enferman luego pasan a un estado llamado dengue grave, que hace que el plasma, el componente líquido y rico en proteínas de la sangre, salga de los vasos sanguíneos. Algunos pacientes pueden entrar en estado de choque, lo cual puede derivar en falla de órganos.

El dengue grave tiene una tasa de letalidad del dos al cinco por ciento en personas cuyos síntomas se tratan con transfusiones de sangre y fluidos intravenosos. Sin embargo, cuando no se tratan, la tasa de mortalidad es del 15 por ciento.

En Brasil, los gobiernos estatales están estableciendo centros de emergencia para hacer pruebas de dengue y ofrecer tratamientos. El lunes, la ciudad de Río de Janeiro declaró una situación de emergencia sanitaria por el dengue, días antes del comienzo de la celebración anual del Carnaval, que reúne a decenas de miles de personas en fiestas al aire libre durante varios días y noches.

Según Trindade, se están reportando cifras altas de casos en los estados del extremo sur de Brasil, que suelen ser más fríos que Río y los estados del centro y el norte. Los habitantes de esas áreas tendrán poca inmunidad a la enfermedad por falta de exposición previa.

El dengue tiene cuatro serotipos, que son como virus primos. Si ya te has contagiado de alguno de ellos solo estás protegido durante un tiempo breve de infectarte de otro, y las personas que contrajeron un serotipo de dengue en el pasado corren un mayor riesgo de desarrollar dengue grave al contagiarse de otro serotipo.

“Ahora mismo, en Brasil están circulando serotipos que no habían circulado en 20 años”, señaló Ernesto Marques, profesor asociado de enfermedades infecciosas y microbiología en la Universidad de Pittsburgh.

Brasil ya comenzó una campaña de emergencia para vacunar a niños en áreas con las tasas más altas o de mayor riesgo de transmisión de dengue, con una vacuna de doble dosis llamada Qdenga, fabricada por Takeda Pharmaceutical Co., una farmacéutica japonesa. Brasil compró 5,2 millones de dosis que se entregarán este año, más otros 9 millones para entrega en 2025, y la empresa donó 1,3 millones más, lo cual acapara la mayoría del suministro de Qdenga a nivel mundial. Un portavoz de la empresa declaró que Takeda está trabajando en un plan para aumentar el suministro, con el objetivo particular de entregarlo a países con prevalencia alta.

Aun así, eso solo basta para cubrir menos del diez por ciento de la población brasileña durante dos años. La única buena noticia sobre el dengue en Brasil en este momento es la publicación de los resultados del ensayo clínico de una nueva vacuna que se probó en el Instituto Butantan, un centro de investigaciones de salud pública en São Paulo. Esa vacuna solo requiere una inyección, y el ensayo halló que protegía al 80 por ciento de los vacunados de desarrollar la enfermedad viral del dengue. El centro de investigación le pedirá al gobierno brasileño que apruebe la vacuna, y tiene instalaciones para producirla, por lo que su meta es empezar a entregar las vacunas en 2025.

c.2024 The New York Times Company

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