Agustina Huilca: “Estamos trabajando entre la fe y la suerte”.

En la región Loreto, los profesionales de la salud enfrentan una nueva enfermedad con las carencias de siempre. No hay suficientes doctores ni enfermeras, todas las camas de cuidados intensivos ya están ocupadas y se han terminado los stocks de medicamentos. Hay quienes al ver pedazos de esta realidad en las noticias no pueden creerlo, sin embargo, la doctora Agustina Huilca no se sorprende. La emergencia en la que se encuentra su región, señala, no se debe a la aparición inesperada de un nuevo virus sino al olvido en el que viven desde hace muchos años.    

“No es que el Gobierno no conozca nuestras necesidades. Nosotros siempre hemos reclamado lo elemental para poder trabajar. Nos escuchan pero no nos hacen caso”, dice la Presidenta de la Federación de Médicos de la Región Oriente. Actualmente hay 72 doctores con síntomas de COVID-19 en Loreto. Tres presentan cuadros graves en la Unidad de Cuidados Intensivos. Hace unos días, una enfermera de 26 años murió por haberse contagiado del nuevo coronavirus. A través de una señal telefónica muy débil, la doctora Huilca dice estar cansada de contar muertos y recitar cifras para que los tomen en serio.

Dra. Huilca, nos contó que hay 65 doctores con síntomas de COVID-19 en la región Loreto.    

Eso fue ayer [sábado 25 de abril]. Hoy en la mañana hemos registrado 72 casos. Yo misma llevo la cuenta y hago el seguimiento de mis médicos. Tengo tres colegas muy graves en cuidados intensivos del Hospital Regional de Loreto. Uno es adulto mayor pero los otros dos son menores de 40 años. Estamos pidiendo a gritos que los trasladen a Lima porque aquí no tenemos medicamentos para atenderlos*.

¿Qué tratamiento están recibiendo?

Nada de lo que realmente necesitan. No tenemos los medicamentos adecuados para enfrentar esta enfermedad. Necesitamos inmunoestimuladores para reforzar y crear defensas en el organismo, medicina antiinflamatoria potente y antibacteriana. Lo que observamos a diario es que este virus provoca en los pacientes una neumonía viral fulminante. Ese cuadro no deja mucho tiempo para actuar. Nosotros ya recolectamos toda la medicina que había en los establecimientos del Ministerio de Salud (MINSA) de la región. Yo misma he ido a farmacias y clínicas privadas en busca de medicamentos para mis colegas. No encontré nada. Hoy recibí una llamada desde Lima. El Decano Nacional del Colegio Médico del Perú me dijo que habían enviado un stock para el Hospital Regional de Loreto. El avión aterrizó a las 9 de la mañana, ya son las 4 de la tarde y aún no llega [domingo 26 de abril]. ¿No se dan cuenta que la vida de los pacientes pende de un hilo?

¿Entonces ahora ustedes tienen que esperar a que la medicina llegue de Lima?

Aquí hay otra cosa que quiero denunciar. Los establecimientos de EsSalud de Loreto sí tienen medicamentos. Sin embargo, el Dr. Percy Rojas, gerente de la Red Asistencial de la zona, ha decidido mantenerlos en reserva. Todos estos días nosotros hemos estado perdiendo pacientes y ellos tienen medicina.

¿Es posible que los mantenga en reserva porque EsSalud tampoco tiene suficiente medicina para las personas que atiende? 

Nosotros atendemos muchas más personas que ellos. El Hospital Regional de Loreto, el más grande, ha sido el único designado para tratar COVID-19. EsSalud recién empezará a ver pacientes con esta enfermedad. El Gobierno les está dando un hospital de campaña que contará con 17 camas. Ya llegaron dos aviones para ellos con materiales e insumos médicos. Eso es totalmente injusto. Todos somos hermanos. Hay que salvar a quien se pueda. No es momento de reservarse los medicamentos para nuestra institución. El Hospital Regional de Loreto ya está desbordado: hay más de 200 personas esperando una cama. Ahora se necesita apoyo no división.

Usted trabaja en el Hospital de Apoyo de Iquitos, ¿ahí tiene contacto directo con pacientes COVID-19?

Se supone que no debería y que en nuestro hospital solo haríamos triaje diferenciado, pero por la gravedad de la situación nos vemos dando tratamiento de soporte a pacientes COVID-19. Los ayudamos a mantenerse con hidratación, oxigenoterapia, nebulizaciones y antiinflamatorios si es que encontramos los corticoides necesarios. Yo soy médico pediatra del área de Emergencias. Antes éramos 9 doctores. Ahora 3 están hospitalizados y 2 en aislamiento en sus casas. Solo quedamos 4 cubriendo las guardias hasta que nos den las fuerzas. Al día se acercan un promedio de 140 personas con malestares.

¿Solo se deriva al Hospital Regional de Loreto a pacientes con resultados positivos?

Nosotros no tenemos pruebas rápidas ni moleculares. Identificamos que un paciente tiene COVID-19 por los síntomas. Ya nos sabemos de memoria cómo son. Es terrible ver a una persona asfixiándose delante de ti. Por eso estamos pidiendo auxilio: si no tenemos medicinas, ni reactivos ni ambulancias, ¿cómo ayudaremos a los pacientes?

Y ustedes, ¿cómo se protegen? ¿Cuentan con el equipo adecuado?

Claro que no. Usamos una mascarilla N95 para tres turnos de 12 horas cada uno pero a eso ya hasta nos hemos acostumbrado. Ahora lo urgente es otro: nuestra región le brinda al Estado una mano de obra baratísima porque el personal de salud que está en planilla, entre administrativo y asistenciales, no llega ni al 35%. La mayoría está contratada por terceros, convocatorias CAS o contratos de locación. Siempre hemos sido maltratados por el gobierno central. ¿Qué espera el gobierno que no pone en planilla a todo el personal de salud de la región Loreto que está afrontando esta pandemia? Nosotros no sabemos quiénes nos iremos vivos o quiénes nos iremos en una bolsa negra a la fosa común que ha habilitado el señor gobernador. Hace unos días ha muerto una enfermera que atendía pacientes COVID-19. Una jovencita de 26 años. Ella fue contratada por terceros, ni aparece en la lista del Ministerio de Salud. Como no teníamos medicina, no pudimos hacer algo para salvarla. 

En medio de tanta impotencia, ¿cómo dificulta su trabajo diario en el hospital estos problemas administrativos?

Ahora la división del sistema de salud nos perjudica más que nunca. Más que el virus, eso es lo que aumenta nuestra desesperación. Desde el momento que hay egoísmo y desunión ya arruinamos todo. Yo suponía que ahora todos íbamos a luchar contra esta enfermedad, que todos íbamos a ser uno solo pero no es así. Siempre hemos trabajado divididos, cada quien jala para su lado. Por eso nosotros luchamos por la ley del aseguramiento universal. Ya es hora que el Estado permita que un paciente se atienda donde le puedan dar el mejor servicio, sin importar si es EsSalud, MINSA, las FAP o qué sé yo. Las cosas tienen que cambiar. Los doctores de Loreto estamos acostumbrados a trabajar entre la fe y la suerte. A veces con algunos pacientes solo nos queda esperar que Dios se apiade de ellos o que por fortuna justo se vacíe una cama y llegue el tratamiento que necesitan. Sin las condiciones necesarias, más no podemos hacer.

*La Federación de Médicos de la Región Oriente pide que se traslade con urgencia a Lima a los médicos Joel Paramango, Pablo Anicama y Rafael García, quienes necesitan atención en UCI para salvar sus vidas.