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Chile aplica dosis de refuerzo en su momento pandémico más estable

La administración de terceras dosis con AstraZeneca empezó con los adultos mayores como parte de un plan para mitigar los impactos de una tercera ola.

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Un adulto mayor espera su dosis de refuerzo de AztraZeneca en un centro de vacunación contra la covid-19 en Santiago.
EFE/ Elvis González

Siguiendo los criterios de Israel y Uruguay, Chile empezó este miércoles la administración de terceras dosis de la vacuna contra la covid-19, un plan que busca frenar el flujo de nuevas variantes, especialmente la delta, ahora que el país se encuentra en su momento epidemiológico más estable de toda la pandemia.

La campaña se anunció la semana pasada tras conocerse los resultados de un estudio que evidenció una disminución con el tiempo en la efectividad para prevenir el contagio sintomático de las vacunas de Pfizer y Coronavac, especialmente de esta última, del laboratorio Sinovac, administrada al 72 % de la población objetivo.

En los próximos diez días y empezando por los mayores de 86 años, el país tiene previsto inocular una dosis adicional de AstraZeneca a todos los mayores de 55 años que fueron vacunados con Coronavac. También podrán obtenerla los inmunodeprimidos y, a partir de septiembre, se ofrecerá a los menores de 55 años.

Esta estrategia viene a reforzar uno de los planes de vacunación más exitosos del mundo, que alcanza a más del 82 % de la población objetivo con dos dosis, en su mayoría de Coronavac, pero también de Pfizer, AstraZeneca y CanSino.

La variante delta amenaza la estabilidad

El anuncio llega en el mejor momento epidemiológico desde que comenzó la pandemia, tras dos meses de sostenidas mejorías y justo cuando el virus se ha replegado hasta niveles no vistos desde abril de 2020.

Con 1,62 millones de contagios y más de 36.000 fallecidos totales, Chile lleva más de diez días con una tasa de positividad inferior al 2 % y ha recuperado parcialmente la normalidad después de una grave segunda ola que terminó en junio. Sin embargo, los expertos miran con cautela la llegada de la variante delta, la de mayor contagio según la OMS, de la que ya se han confirmado alrededor de 80 casos.

Para Nicolás Muena, virólogo de la Fundación Ciencia y Vida, una tercera dosis "podría ayudar a mitigar una nueva ola producida por una variante como la delta" teniendo en cuenta que los anticuerpos decaen con el tiempo. En la misma línea, el doctor Miguel O'Ryan, infectólogo del Instituto Biomédico de la Universidad de Chile, explicó que es "conveniente" que se inicie la inoculación de terceras dosis en los grupos de riesgo que recibieron Sinovac "puesto que con el tiempo, esta vacuna ha demostrado una mayor caída de anticuerpos que otras".

Estudios realizados en Chile evidenciaron que los anticuerpos generados por esta vacuna decaen de manera significativa a partir del sexto mes y que esta inyección tiene menos eficacia para frenar contagios, del 65,3 % frente al 95 % de Pfizer/BioNTech y el 80 % de AstraZeneca. "El tema de la conveniencia de una dosis extra en grupos sanos es algo que está todavía en discusión, aunque ojalá la experiencia chilena sirva para el resto de mundo", agregó O'Ryan.

Mezclar vacunas es posible

El ministro de Salud, Enrique Paris, aseguró que una tercera dosis de cualquier marca puede elevar hasta tres veces la producción de anticuerpos, algo que beneficiaría especialmente a los adultos mayores, que sufren una caída más rápida de la inmunidad. Sin embargo, los expertos van más allá y señalan que los esquemas de vacunación heterólogos, los que combinan dos vacunas diferentes, podrían aumentar todavía más la inmunidad, una tesis que recogen diversos estudios internacionales.

El bioquímico Marcelo Alarcón, académico de la Universidad de Talca, señaló que administrar una nueva dosis distinta a las anteriores podría incrementar la generación de anticuerpos hasta ocho veces más que con una igual. "Las dosis de refuerzo entre la población crítica son muy importantes para frenar cuadros graves", afirmó.

Sin embargo, agregó el experto, antes de volver a inocular a la población sana, sería bueno que pudieran recibir al menos una dosis "aquellas personas que no tienen posibilidad de vacunarse, una situación que se da en muchos países".

Hace una semana, la Organización Mundial de Salud (OMS) pidió una moratoria global a una tercera dosis por la desigual distribución de las vacunas, pero cada vez son más los países que se alistan para este proceso, como Alemania, Reino Unido y Austria.

En paralelo, Chile, que ya ha recibido más de 30 millones de dosis de diferentes laboratorios, busca a toda costa lograr inmunizar a los "grupos rezagados": 1,8 millones de personas que se resisten a inocularse.

Con información de la Agencia EFE

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