Cuando pensábamos que el Perú llegaría de la peor manera al bicentenario, los jóvenes demostraron que estábamos equivocados. Sus masivas protestas en las calles lograron detener el golpe del Congreso de la República a nuestra frágil democracia. Pero esa larga semana de noviembre de 2020 significó también el regreso a oscuros días de violaciones de derechos humanos por parte de la policía: detenciones ilegales, uso de caninas disparadas al cuerpo de los manifestantes y hasta casos de desapariciones forzadas. La noche del 14 de noviembre, el sexto día de movilizaciones, la represión de las fuerzas de seguridad enlutó al país: dos muchachos, Inti Sotelo y Bryan Pintado, murieron acribillados en el Centro de Lima. Mientras que las personas heridas superaron las doscientas y al menos veintiséis tuvieron lesiones graves con pronósticos reservados.
Al cumplirse un mes de estos hechos, Salud con lupa ha preparado un informe especial que da cuenta de la situación de los jóvenes lesionados y de cómo han cambiado sus vidas tras los ataques que sufrieron. Hemos empezado con diez casos y seguiremos visitando en sus casas a las personas con heridas de mayor gravedad para registrar su estado y sus necesidades. En este primer mes hemos comprobado que el gobierno transitorio del presidente Sagasti todavía no ha formalizado una comisión multisectorial para garantizar reparaciones a todos los afectados pese a que fue una promesa expresada en su primer mensaje al país. El Parlamento ha rechazado incluir en el presupuesto de 2021 una partida de seis millones de soles para esta tarea pese a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos constató en un informe los abusos policiales y los daños de consideración sufridos por decenas de personas. Mientras que la Fiscalía todavía no determina las responsabilidades individuales en las muertes de Inti y Bryan. Por eso, grupos de jóvenes cada vez mejor organizados siguen saliendo a las calles para recordarles a las autoridades que los abusos no serán olvidados y que no dejarán que todo quede en la impunidad.
(Haga clic en las fotos para conocer los testimonios)
Inti y Bryan: El primer mes sin detenidos ni culpables
Hace un mes, un hijo de inmigrantes, orgulloso de sus raíces andinas, que quería conocer y dar a conocer todo el Perú, y un iquiteño criado por su abuela que soñaba con volver a la universidad perdieron la vida protestando por sus ideales. La investigación para identificar a los responsables de sus muertes no avanza lo suficiente.
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Un registro de las personas lesionadas
Durante las manifestaciones del 9 al 15 de noviembre en el Perú hubo más de doscientas personas que fueron víctimas de la violencia policial. En este gráfico mostramos las fichas de las que fueron hospitalizadas por heridas graves o de mayor consideración en Lima.
Este reporte ha sido actualizado hasta el viernes 11 de diciembre. Si estás interesado en reportarnos más datos sobre la evolución y necesidades de los lesionados, puedes escribirnos a [email protected]
SALVADOR SOTELO, PADRE DE INTI
"No funcionaron las cámaras de la municipalidad, pero sí las redes humanas para recabar las pruebas"
Se cumple un mes de los asesinatos de Inti Sotelo y Bryan Pintado durante la marcha por la democracia del 14 de noviembre. Pero el Ministerio Público todavía no ha avanzado lo suficiente para determinar las responsabilidades individuales de sus muertes. En esta entrevista, Salvador Sotelo, padre de Inti, invoca a la unión de todas las familias agraviadas para conseguir las pruebas que permitan hacer justicia y garantizar reparaciones a los lesionados.
Créditos
Miriam Romainville
Norka Peralta
Miriam Romainville