Entre 2022 y 2024, el Estado debía destinar más de S/ 1,200 millones para la compra de alimentos a los agricultores familiares. Sin embargo, menos del 1% de esos recursos llegaron realmente a ellos. En su lugar, colegios públicos, ollas comunes y guarderías están recibiendo productos procesados, provenientes de empresas que han sido sancionadas.