La comunidad de Pampas Chico, que administra el bosque de piedras de Hatun Machay, quiere poner en valor este espacio de 200 hectáreas situado en la puna de Áncash. Apreciado por deportistas de montaña, este paraíso pétreo tiene un enorme potencial para integrarse mejor en el mapa de las rutas de geoturismo del Perú y ser motivo de mayores investigaciones arqueológicas que ayuden a recuperar memoria histórica.